Ermita del Salvador
- 19:30 Rosario
- 20:00 Misa. Sufragio; José Antonio Colomer Sancho
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago (4,13-17):
Vosotros decís: «Mañana o pasado iremos a esa ciudad y pasaremos allí el año negociando y ganando dinero». Y ni siquiera sabéis qué pasará mañana. Pues, ¿qué es vuestra vida? Una nube que aparece un momento y en seguida desaparece. Debéis decir así: «Si el Señor lo quiere y vivimos, haremos esto o lo otro.» En vez de eso, no paráis de hacer grandes proyectos, fanfarroneando; y toda jactancia de ese estilo es mala cosa. Al fin y al cabo, quien conoce el bien que debe hacer y no lo hace es culpable.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 48,2-3.6-7.8-10.11
R/. Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos
Oíd esto, todas las naciones;
escuchadlo, habitantes del orbe:
plebeyos y nobles, ricos y pobres. R/.
¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas? R/.
Si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate.
Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente sin bajar a la fosa. R/.
Mirad: los sabios mueren,
lo mismo que perecen los ignorantes y necios,
y legan sus riquezas a extraños. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,38-40):
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.»
Jesús respondió: «No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.»
Palabra del Señor
Reflexión del Evangelio
Amigos, en el Evangelio de hoy Juan se queja de que algunas personas que no pertenecían al grupo estaban expulsando demonios en el nombre de Jesús. Jesús responde: «No se lo impidan.…el que no está contra nosotros, está con nosotros». ¡Qué maravillosa y generosa actitud!
Juan estaba indudablemente enojado porque alguien de afuera de su pequeño círculo iba a obtener crédito por lo que realizaba. ¡Si piensas que este tipo de cosas solo sucedió en tiempos bíblicos, no has pasado demasiado tiempo en la Iglesia! Soy una orgullosa persona de la Iglesia, y amo y admiro a todas las grandes personas que hacen tanto por el reino de Cristo y por muy poca compensación. Pero también he estado aquí el tiempo suficiente para ver este otro problema en personal de una parroquia, en oficinas diocesanas, y entre comunidades parroquiales. Estamos tan ligados en nuestros pequeños juegos y protegiendo nuestro territorio, asegurándonos que las cosas funcionen de acuerdo con las estructuras burocráticas que hemos establecido, que nos olvidamos de qué se trata nuestra misión.
Lo que Jesús nos muestra es que la misión es lo que importa. Traer el amor de Dios al mundo, ser conducto de la gracia: eso es lo que importa. Toda nuestra gloria, posición, privilegio personal, todo eso es finalmente un tema para la indiferencia. (Obispo Robert Barron)