14 de octubre. XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario

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Avisos Parroquiales

  • Cáritas Parroquial: Tendremos recogida de Alimentos, el lunes 15 de octubre de 18 a 19h. en el Centro Parroquial
  • Pastoral de la Salud: Tendremos reunión el próximo miércoles 17 de octubre a las 11h, en el Templo Carmelitas.

  • Catequesis de Primera Comunión
    (2º y 3º de Primaria):
    · Primer Curso: Inicio de Curso el martes 16 de octubre de 17:30h a 18:30h.
    · Segundo Curso: Inicio de Curso el martes 16 de octubre de 17:30h a 18:30h.
    En la Parroquia del Salvador de Godella.
  • Postcomunión (4º y 5º de Primaria): Comenzará el Curso el Sábado 20 de octubre de 18:30h a 19:30h, en la Parroquia del Salvador de Godella.
  • Catequesis de Confirmación y de PostConfirmación (a partir de 12 años): Comenzará el Curso el Sábado 20 de octubre de 18:30h a 19:30h, en la
    Parroquia del Salvador de Godella.
  • Ya tenéis a vuestra disposición la Loteria de Navidad de la Cofradía de Ntra. Sra. de los Desamparados y de la Fiesta de San Antonio de Padua de Godella
  • 21 de octubre día del Domund

Templo de las Carmelitas

  • 10:30 Misa
  • 20:00 Misa. Sufragio Margarita Alvárez Dauden

Ermita de Campolivar

  • 11:30 Misa. Sufragio Mercedes Reig Vicente

Ermita del Salvador

  • 12:30 Misa

Primera lectura

Lectura del libro de la Sabiduría (7,7-11):

Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espiritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza. No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el barro. La quise más que la salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso. Con ella me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 89,12-13.14-15.16-17

R/. Sácianos de tu misericordia, Señor.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuando?
Ten compasión de tus siervos. R/.

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Dános alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas. R/.

Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosostros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (4,12-13):

La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. juzga los deseos e intenciones del corazón. No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

Palabra de Dios

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,17-30):

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»
Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»
Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego síguerne.»
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!»
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.»
Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?»
Jesús se les quedó mirando. y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.»
Pedro se puso a decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»
Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna.»

Palabra del Señor

Reflexión del Evangelio

El cambio fundamental al que nos llama Jesús es claro. Dejar de ser unos egoístas que ven a los demás en función de sus propios intereses para atrevemos a iniciar una vida más fraterna y solidaria. Por eso, a un hombre rico que observa fielmente todos los preceptos de la ley, pero que vive encerrado en su propia riqueza, le falta algo esencial para ser discípulo suyo: compartir lo que tiene con los necesitados.
Hay algo muy claro en el evangelio de Jesús. La vida no se nos ha dado para hacer dinero, para tener éxito o para lograr un bienestar perso nal, sino para hacernos hermanos. Si pudiéramos ver el proyecto de Dios con la transparencia con que lo ve Jesús y comprender con una sola mirada el fondo último de la existencia, nos daríamos cuenta de que lo único importante es crear fraternidad. El amor fraterno que nos lleva a compartir lo nuestro con los necesitados es «la única fuerza de crecimiento», lo único que hace avanzar decisivamente a la humanidad hacia su salvación.
El hombre más logrado no es, como a veces se piensa, aquel que consigue acumular más cantidad de dinero, sino quien sabe convivir mejor y de manera más fraterna. Por eso, cuando alguien renuncia poco
a poco a la fraternidad y se va encerrando en sus propias riquezas e intereses, sin resolver el problema del amor, termina fracasando como hombre.
Aunque viva observando fielmente unas normas de conducta religiosa, al encontrarse con el evangelio descubrirá que en su vida no hay verdadera alegría, y se alejará del mensaje de Jesús con la misma tristeza que aquel hombre que «se marchó triste porque era muy rico».
Con frecuencia, los cristianos nos instalamos cómodamente en nuestra religión, sin reaccionar ante la llamada del evangelio y sin buscar ningún cambio decisivo en nuestra vida. Hemos «rebajado» el evangelio acomodándolo a nuestros intereses. Pero ya esa religión no puede ser fuente de alegría. Nos deja tristes y sin consuelo verdadero.
Ante el evangelio nos hemos de preguntar sinceramente si nuestra manera de ganar y de gastar el dinero es la propia de quien sabe compartir o la de quien busca solo acumular. Si no sabemos dar de lo nuestro al necesitado, algo esencial nos falta para vivir con alegría cristiana

El carpintero

Un carpintero ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su Jefe de sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfrutar de su familia. Él iba a echar de menos su cheque mensual, pero necesitaba retirarse. Ellos superarían esta etapa de
alguna manera.
El Jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía y le pidió que si podría construir
una sola casa más, como un favor personal.
El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo
el corazón en su trabajo.
Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente.
Era una desafortunada manera de terminar su carrera.
Cuando el carpintero terminó su trabajo y su Jefe fue a inspeccionar la
casa, el Jefe le extendió al carpintero, las llaves de la puerta principal.
“Esta es tu casa, dijo, es mi regalo para tí.”
Qué tragedia! Qué pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba
construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera totalmente
diferente. Ahora tendría que vivir en la casa que construyó “no muy bien” que
digamos!
Así que está en nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distraída, reaccionando cuando deberíamos actuar, dispuestos a poner en ello menos que lo mejor. En puntos importantes, no
ponemos lo mejor de nosotros en nuestro trabajo.
Entonces con pena vemos la situación que hemos creado y encontramos que
estamos viviendo en la casa que hemos construido. Si lo hubiéramos sabido antes,
la habríamos hecho diferente.
Piensen como si fueran el carpintero. Piensen en su casa. Cada día clavamos
un clavo, levantamos una pared o edificamos un techo. Construyan con
sabiduría. Es la única vida que podrán construir. Inclusive si solo la viven por
un día más, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad.
La placa en la pared dice:
“La Vida Es Un Proyecto de Hágalo Usted Mismo”.
Quién podría decirlo más claramente?
Su vida ahora, es el resultado de sus actitudes y elecciones del pasado. Su vida
mañana será el resultado de sus actitudes
y elecciones hechas HOY!
“Los únicos errores que cometemos en la vida son las cosas que no hacemos.”