28 de junio. Miércoles XII del tiempo ordinario. San Ireneo

Ermita del Salvador

19:30 Rosario 20:00 Misa: Sufragio: víctimas del terrorismo

Evangelio

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis». (Mt 7,15-20)

San Ireneo

Ireneo era oriundo de Asia Menor y en su juventud tuvo contacto con Policarpo de Esmirna, a través del cual se une a los Apóstoles. Dejó Asia Menor, pasó a Roma y siguió hasta Lyon (Francia).

En el año 178 sucedió al obispo mártir San Fotino y gobernó la Iglesia de Lyon hasta su muerte, hacia el año 200. La Iglesia lo venera como mártir. Fue un auténtico testigo de la fe en un período de dura persecución y su campo de acción fue muy amplio debido a que no había otro obispo en las Galias ni en tierras limítrofes. Su lengua era el griego, pero aprendió las lenguas “bárbaras” para poder evangelizar a esos pueblos.