Este viernes, a las 19.30 horas, con la participación de la Escolanía de la Virgen
VALENCIA, 21 NOV. (AVAN-AUDIO).- La Catedral de Valencia acogerá este viernes por quinto año consecutivo la representación del Canto medieval de la Sibila valenciana, un drama paralitúrgico que hasta el siglo XVI se escenificaba la noche de Navidad en diferentes catedrales de España.
El Canto de la Sibila, que tendrá lugar el viernes a las 19.30 horas, será interpretado por el grupo valenciano Capella de Ministrers con las réplicas de los instrumentos que aparecen en los frescos de los ángeles músicos sobre el altar mayor de la Catedral, del año 1472.
También cantará la Coral Catedralicia y actuarán como solistas la mezzosoprano del Cor de la Generalitat Valenciana Pilar Esteban y representando a la Sibila, por segundo año consecutivo el niño de la Escolanía de la Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia Alejandro Estellés, según han informado hoy los organizadores del concierto en rueda de prensa en la capilla de San Pedro de la Catedral de Valencia.
Igualmente, participará el grupo de teatro “Assaig” y la Associació d´Amics del Corpus. Previamente al Canto, los Campaners de la Catedral de Valencia realizarán a las 19 horas, el llamado “Toc a Maitines”, toques manuales de Maitines de la Consueta de 1527 del archivo catedralicio.
Asimismo, la representación incluirá también, por segundo año consecutivo la música del órgano de la Catedral con el organista Pablo Márquez que interpretará piezas de Joan Baptista Cabanilles. Además, como novedad este año, un total de 10 niños de la Escolanía de la Virgen de los Desamparados participarán en la escenificación.
En directo, en internet, a través de streaming
Durante la presentación hoy en rueda de prensa del próximo concierto, el presidente de las comisiones diocesanas de Liturgia y Patrimonio Histórico y Artístico, Jaime Sancho, ha explicado que “este año la Catedral también ha habilitado pantallas de televisión desde las que se podrán ver toda la representación y además como novedad este año también en todo el mundo se podrá ver en tiempo real el canto de la Sibila por la retransmisión en directo y en streaming a través del canal Youtube de la Catedral de Valencia”.
Además, también ha destacado que “hay otro protagonista en la representación, la Catedral, el edificio de la Seo en si mismo, que es un magnífico escenario para tantas cosas porque es la iglesia madre de la ciudad y por eso la Sibila tiene un marco incomparable”.
Junto a Jaime Sancho en la rueda de prensa también han participado el deán de la Catedral, Emilio Aliaga; Carles Magraner, director de la Capella de Ministrers y director musical de la representación; el vicerrector de Cultura i Igualtat de la Universitat de València, Antonio Ariño; y Abel Guarinos, director general del Institut Valencià de Cultura “CulturArts”. Además, también ha intervenido el escolán Alejandro Estellés que ha ofrecido un fragmento de su interpretación.
Por su parte, Carles Magraner ha asegurado “este es el quinto año que estamos haciendo la Sibila aquí en la Catedral, fue muy difícil hacerla la primera vez pero la experiencia fue tan gratificante que repetimos y esperamos seguir haciéndolo porque nos anticipa la Navidad”. “Es una representación que muestra la cercanía de Navidad y es la recuperación de una tradición que ha tomado vida en nuestra sociedad juntando muchísimas personas e instituciones que demuestran que el arte todavía tiene la grandiosa capacidad de unir para crear y esto es lo que hace la Sibila, unir personas para hacer un acto común”.
El deán de la Catedral, Emilio Aliaga, ha destacado que la representación “donde pone el acento es en que Dios sea uno en nuestra historia, el nacimiento de Jesucristo y por eso se representa con la llegada del adviento, este domingo, que anuncia la llegada de la Navidad”.
Esta representación del nacimiento de Jesucristo fue implantada por el rey Jaime I en el siglo XIII tras la conquista de Valencia, pero desapareció tras el Concilio de Trento y sólo se conserva en las ciudades de Mallorca, cuya representación fue declarada en 2010 Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, por la UNESCO, y en Alguer (Cerdeña), que perteneció a la corona aragonesa.