Ermita del Salvador
19:30 Santo Rosario
20:00 Misa: Intención: enfermos e impedidos
Evangelio de hoy
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré». Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros».
Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente». Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío». Dícele Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído». (Jn 20,24-29)
Santo Tomás, apóstol
Según la tradición antigua, Santo Tomás Apóstol fue martirizado en la India el 3 de julio del año 72, donde estuvo evangelizando. También lo hizo en Persia. El Santo Evangelio narra tres episodios de este apóstol. De los cuales el hecho más famoso de Tomás es su duda acerca de Jesús resucitado y su admirable profesión de fe cuando vio a Cristo Glorioso. Una virtud que tenía era que cuando se convencía de sus creencias las seguía hasta el final. Por eso, hizo una profesión de fe y propagó el Evangelio hasta morir martirizado por proclamar su fe en Jesucristo resucitado.