Iesu Communio abre una nueva etapa en su corta historia como instituto religioso. La orden fundada por sor Verónica Berzosa y que ha asombrado incluso al propio Vaticano por la enorme cantidad de vocaciones y la juventud de sus miembros abrirá su primera comunidad fuera de Burgos.
La Misa de acción de gracias será el 10 de junio a las 5 de la tarde en la Catedral de Valencia
Se podrá visitar el Monasterio en Godella ese mismo día de 12 a 1:30 p.m. Convento de la Visitación de María Plaza Santa Magdalena Sofia, 3T 46110 Godella. Y para ello han invitado a todo el que quiera asistir. También se desplazarán a Valencia todas las religiosas de Iesu Communio que estén en disposición de ir, exceptuando las hermanas más mayores.
El pequeño comunicado de este instituto religioso comenzaba así: “Dios abre a Iesu Communio un nuevo camino”. El lugar escogido para fundar esta nueva comunidad será la localidad valenciana de Godella, perteneciente a la Archidiócesis que dirige el cardenal Cañizares.
Al nuevo convento se trasladarán de momento cincuenta religiosas de las más de 200 que estaban en Burgos aunque desearían ampliar las celdas hasta 72.
Iesu Communio, un vergel vocacional. En la actualidad forman la comunidad 206 religiosas dedicadas a la oración y a hacer apostolado, aunque este número aumentará en breve con el ingreso de cuatro nuevas chicas en las próximas semanas.
Todo comenzó en 1984, cuando una joven Verónica María Berzosa ingresaba en el monasterio de la Ascensión de las Damas Pobres de Santa Clara de Lerma. En aquel momento, la comunidad de religiosas estaba formada por veinticinco profesas solemnes. Y es que tras 23 años de ausencia de vocaciones, la llegada de sor Verónica adquiría especial relevancia. Diez años después de su admisión, sor Verónica fue nombrada maestra de novicias. A los dos años de su nombramiento, tenía a su cargo a siete novicias y once postulantes. De este grupo de jóvenes religiosas brotaba una especial alegría, fruto de pertenecer a Jesucristo. Y todas ellas fueron creciendo en una especial sensibilidad en la comprensión y sintonía con los Padres de la Iglesia.
Tal era el flujo de jóvenes llamadas a aquella forma de vida religiosa, que dicho monasterio resultó ser insuficiente para acogerlas a todas. Al mismo tiempo, las Hermanas Clarisas del monasterio de Briviesca y de Nofuentes (Burgos) habían pedido ser recibidas en Lerma. Se hacía necesario un nuevo lugar para acoger a las numerosas religiosas y atender a las personas que las visitaban. Así finalmente lograron establecerse en el santuario de San Pedro Regalado, situado en La Aguilera, cerca de Lerma.
Después del día 10 de junio comenzará una obra de reconstrucción interior del monasterio; una obra lo más sencilla posible, pero totalmente necesaria para poder ir a habitarlo cuanto antes. Agradecemos tanto vuestra colaboración, porque aun la más pequeña ayuda en este momento es grande, muy grande.
Estas son las cuentas para dar donativos:
Banco Popular: ES56 0075 5740 7606 0005 6427
Banco Santander: ES48 0049 0079 2524 1085 4843
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