Ermita de Campolivar
- 19:00 Misa
Templo Carmelitas
- 20:00 Misa. Sufr.Pedro Bonín y Familia Espert; Fernanda Zabala y Ricardo Pérez-Olgüe.
Primera lectura
Lectura del libro del Eclesiástico (48,1-4.9-11):
En aquellos días, surgió el profeta Elías como un fuego,
sus palabras quemaban como antorcha.
Él hizo venir sobre ellos hambre,
y con su celo los diezmó.
Por la palabra del Señor cerró los cielos
y también hizo caer fuego tres veces.
¡Qué glorioso fuiste, Elías, con tus portentos!
¿Quién puede gloriarse de ser como tú?
Fuiste arrebatado en un torbellino ardiente,
en un carro de caballos de fuego;
tú fuiste designado para reprochar los tiempos futuros,
para aplacar la ira antes de que estallara,
para reconciliar a los padres con los hijos
y restablecer las tribus de Jacob.
Dichosos los que te vieron
y se durmieron en el amor.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 79,2ac.3b.15-16.18-19
R/. Oh Dios, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.
V/. Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece.
Despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.
V/. Dios del universo, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña.
Cuida la cepa que tu diestra plantó,
y al hijo del hombre que tú has fortalecido. R/.
V/. Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos tu nombre. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (17,10-13):
CUANDO bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús:
«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?».
Él les contestó:
«Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos».
Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En pocos días celebraremos la solemnidad de la natividad de nuestro Señor, y el Evangelio de hoy nos invita a reconocer los signos de los tiempos; también hace ver la necesidad de una persona que ayude a comprender aquello que no está al alcance.
Surge la pregunta: ¿Cómo podemos reconocer estos signos? Y la respuesta surge de manera inmediata, cuando leemos en el Evangelio que los discípulos entendieron la explicación de Jesús: Elías había vuelto, pero no lo reconocieron. También el mismo Bautista había mostrado a Simón, Andrés, Santiago y Juan que Jesús era el Cordero de Dios, pero ellos tampoco comprendieron en ese momento lo que esto implicaba.
Es en esta dinámica que se puede reconocer lo que Dios nos pide, para esto hay que ayudarse de quienes viven una vida cristina, buscando constantemente crecer en nuestra relación personal con Cristo – al igual que los discípulos -, mediante una vida sacramental y de oración que lleve al amor y servicio a los demás.
«Queridos amigos, pidamos a la Virgen María por todos los educadores, especialmente por los sacerdotes y los padres de familia, a fin de que sean plenamente conscientes de la importancia de su papel espiritual, para fomentar en los jóvenes, además del crecimiento humano, la respuesta a la llamada de Dios, a decir: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”.»
(S.S Benedicto XVI, Ángelus el 15 de enero de 2012).