Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

Ermita de­l Salvador

  • 19:00 Misa.
  • A continuación exposición del Santísimo hasta las 20:30

Lectura de la Biblia : 1 Crónicas 13 – 16

Primera lectura

Lectura de la profecía de Daniel (7,9-10.13-14):

Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 137,1-2a.2b-3.4-5.7c-8

R/. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario. R/.

Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.

Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,47-51):

En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.»
Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?»
Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.»
Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»

Palabra del Señor