XXXII Domingo del Tiempo Ordinario

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Aforo 30%

Templo Carmelitas.

  • 10:00 Misa
  • 19:00 Misa. Sufragio Julio Parra y Margarita Álvarez

Ermita Campolivar.

  • 11:00 Misa. Sufragio  Luis Mújica Alonso; Difuntos  Familia Benito Simón

Primera lectura

Lectura del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Radiante e inmarcesible es la sabiduría,

la ven con facilidad los que la aman
y quienes la buscan la encuentran.
Se adelanta en manifestarse a los que la desean.
Quien madruga por ella no se cansa,
pues la encuentra sentada a su puerta.
Meditar sobre ella es prudencia consumada
y el que vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones.
Pues ella misma va de un lado a otro
buscando a los que son dignos de ella;
los aborda benigna por los caminos
y les sale al encuentro en cada pensamiento.

Salmo

Sal 62, 2abc. 2d-4. 5-6. 7-8 R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

Oh, Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R/.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R/.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R/.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 13-18

No queremos que ignoréis, hermanos, la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los que no tienen esperanza.
Pues si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual modo Dios llevará con él, por medio de Jesús, a los que han muerto.
Esto es lo que os decimos apoyados en la palabra del Señor:
nosotros, los que quedemos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que hayan muerto; pues el mismo Señor, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar; después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos llevados con ellos entre nubes al encuentro del Señor, por los aires.
Y así estaremos siempre con el Señor.
Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Se parecerá el reino de los cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.
Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una voz:
“¡Qué llega el esposo, salid a su encuentro!”.
Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a las prudentes:
“Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”.
Pero las prudentes contestaron:
“Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”.
Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.
Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo:
“Señor, señor, ábrenos”.
Pero él respondió:
“En verdad os digo que no os conozco”.
Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

Reflexión del Evangelio

Se nos apagan las lámparas
Aunque pueda parecer sorprendente, no es raro hoy encontrarse con
personas que dicen creer en Dios y, al mismo tiempo, piensan que todo
acaba en la muerte. No les preocupa la vida del más allá. Lo que les interesa
de verdad es vivir siempre mejor en esta tierra
Hay otros que creen en la resurrección de Cristo y en su propia
resurrección, pero esta fe apenas tiene influencia alguna en su vida ni en
su comportamiento. Se diría que pertenece simplemente a su patrimonio
cultural. Afirman que hay resurrección más o menos como dicen que el
mundo es redondo. Sin repercusión alguna en sus vidas.
¿A qué se debe esta falta de interés por la vida después de la muerte? No
parece ser fruto de una reflexión sólida. Menos aún, de una mala voluntad.
Sencillamente y sin saber cómo ni por qué, a muchas personas se les hace
difícil creer. Desearían poder hacerlo, creer desde el fondo de su ser, pero
no les sale.
Son varios, sin duda, los factores culturales que hacen más difícil la fe en la
resurrección, pero hay uno de especial importancia en este punto concreto:
ha cambiado radicalmente el modo de pensar la muerte. Como ha dicho E.
Schillebeeckx, el hombre de hoy «ya no trata la muerte metafísicamente,
sino de modo funcional». Dicho de otra manera, la muerte no provoca hoy,
de manera tan directa como en el pasado, la pregunta sobre lo que le sucede
a la persona después de morir. Lo que preocupa son otras cosas de carácter
más práctico e inmediato.
Ante la muerte, lo más importante parece casi siempre retrasarla al
máximo, hacerla lo más llevadera posible, mitigar el dolor. Por otra parte,
una vez ocurrida, lo que preocupa es cómo quedan aquí los seres queridos.
Este modo funcional de abordar la muerte ha contribuido probablemente
a desarrollar de forma más adecuada la ayuda médica al enfermo haciendo
más soportable el morir desde el punto de vista físico y psicológico.
Pero ¿no ha traído también una forma menos sabia y profunda de
enfrentarse al misterio de la muerte?, ¿por qué hemos de engañarnos ante
el hecho brutal e inevitable del morir?, ¿por qué hemos de andar evitando
el problema de fondo: hay o no hay un Dios que acoge a este ser humano
que muere?

Avisos Parroquiales

Día de la Iglesia Diocesana

  • “Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una gran familia contigo” es el lema del Día la Iglesia Diocesana que se celebrará este año este Domingo, día 8 de noviembre. El secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia invita a colaborar con tu parroquia aportando lo que tenemos: tiempo, cualidades, colaboración económica y oración.
    Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos corresponsables de la labor de la Iglesia y de su sostenimiento. En toda familia hay necesidades y la parroquia es unagran familia que necesita tu ayuda.

Obras Templo Carmelitas y Ermita Virgen Desamparados Campolivar

  • Para la mejora y mantenimiento de los templos, estamos realizando las obras de limpieza de tejados, humedades, pintura, cambio de instalación de luz, entre otras cosas. Os pedimos la colaboración de todos para que el lugar de Encuentro de la comunidad esté lo más digno posible. Muchas gracias