Viernes de la VI semana de Pascua

Aviso

Deberán respetarse las medidas de seguridad de seguridad e higiene: los feligreses deberán hacer uso de la mascarilla, sentarse en los bancos y lugares señalizados, respetando en todo momento la distancia de seguridad, las pilas de agua bendita continuarán vacías, el diálogo individual de la Comunión se pronunciará de forma colectiva, distribuyéndose la Eucaristía en silencio y se recibirá en la mano. El saludo de la paz se sustituye por un gesto para evitar el contacto directo.

Se prorroga la DISPENSA DEL PRECEPTO DOMINICAL invitando a la Lectura de la Palabra de Dios. Se ruega que las personas mayores o en situación de riesgo sigan las celebraciones por los medios audiovisuales o por radio y/o soliciten que se les lleve la Comunión a sus hogares

Templo de las Carmelitas

  • 19:00 Misa

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 18, 9-18

Cuando estaba Pablo en Corinto, una noche le dijo el Señor en una visión:
«No temas, sigue hablando y no te calles, pues yo estoy contigo, y nadie te pondrá la mano encima para hacerte daño, porque tengo un pueblo numeroso en esta ciudad».
Se quedó, pues, allí un año y medio, enseñando entre ellos la palabra de Dios.
Pero, siendo Gallón procónsul de Acaya, los judíos se abalanzaron de común acuerdo contra Pablo y lo condujeron al tribunal diciendo:
«Este induce a la gente a dar a Dios un culto contrario a la ley».
Iba Pablo a tomar la palabra, cuando Gallón dijo a los judíos:
«Judíos, si se tratara de un crimen o de un delito grave, sería razón escucharos con paciencia; pero, si discutís de palabras, de nombres y de vuestra ley, vedlo vosotros. Yo no quiero ser juez de esos asuntos».
Y les ordenó despejar el tribunal.
Entonces agarraron a Sóstenes, jefe de la sinagoga, y le dieron una paliza delante del tribunal, sin que Galión se preocupara de ello.
Pablo se quedó allí todavía bastantes días; luego se despidió de los hermanos y se embarco para Siria con Priscila y Aquila. En Cencreas se había hecho rapar la cabeza, porque había hecho un voto.

Salmo

Sal 46, 2-3. 4-5. 6-7 R/. Dios es el rey del mundo

Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor altísimo es terrible,
emperador de toda la tierra. R/.

Él nos somete los pueblos
y nos sojuzga las naciones;
él nos escogió por heredad suya:
gloria de Jacob, su amado. R/.

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad;
tocad para nuestro Rey, tocad. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 20-23a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre.
También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada».

Reflexión del Evangelio

Sigue hablando y no te calles

Conocemos la vida de Pablo. Después del encuentro seductor con Jesús, camino de Damasco, después de que el mismo Jesús le explicara quién era él, el Hijo de Dios, y cuáles eran sus intenciones, que no eran otras que ofrecer a toda la humanidad su evangelio, la mejor manera de vivir la vida humana para encontrar el sentido y la felicidad, después de que le pidiera que se dedicara por encerto a extender su evangelio… solo vivió para ello. Y por todos los lugares que pasó no hizo otra cosa que proclamar a Jesús y su evangelio. Hoy lo encontramos predicando en Corinto, donde el Señor le recuerda “no temas sigue hablando y no te calles”.

Después de un cierto tiempo, los judíos, viendo que muchos de los suyos se hacían cristianos, le acusaron a Galión, la autoridad romana, de que iba en contra de la ley judía. Galión no les hizo caso porque las cuestiones religiosas no le interesaban mucho. Pablo pudo seguir predicando y después de año y medio dejó Corinto “se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria con Priscila y Aquila”… a seguir predicando a Jesús y su evangelio.

También Jesús a los cristianos de 2020 nos dirige las mismas palabras que a Pablo: “no temas sigue hablando y no te calles”.

Vuestra tristeza se convertirá en alegría

Jesús sabe que la necesidad más profunda del que ama es gozar siempre de la presencia de la persona amada. Su ausencia es fuente de profunda tristeza. Jesús quiere preparar a sus apóstoles, a sus amigos, para cuando se produzca su ausencia: “Vosotros estaréis tristes”.

Pero les asegura que su ausencia va a ser breve, solo por tres días. Porque al tercer día su Padre Dios le resucitará y entonces: “Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y nadie os quitará vuestra alegría”.

Nosotros, cristianos del siglo XXI, también podemos gozar de la presencia continua de Cristo. Cristo ha resucitado y permanece siempre con nosotros. “El que me ama guardará mis mandamientos y mi Padre y yo vendremos a él y haremos morada en él”. Así es el amor de Jesús con nosotros, nunca nos deja solos, nunca nos deja huérfanos y por si fuera poco, en cada eucaristía nos lo vuelve a recordar y nos ofrece su presencia amorosa, regalándonos su cuerpo entregado y su sangre derramada. Sus palabras nos llegan: “nadie os quitará vuestra alegría”.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.

Santa Rita de Casia

De EWTN

Por siglos Santa Rita de Casia (1381-1457) ha sido una de las Santas más populares en la Iglesia Catolica. Ella es conocida como la ” Santa de lo Imposible ” por sus impresionantes respuestas a las oraciones, como también por los notables sucesos de su propia vida.

Santa Rita queria ser monja, pero por obedecer a sus padres, se casó. Su esposo le causo muchos sufrimientos, pero ella devolvió su crueldad con oración y bondad. Con el tiempo él se convirtió, llegando a ser considerado y temeroso de Dios. Pero Santa Rita tuvo que soportar un gran dolor cuando su esposo fue asesinado.

Santa Rita descubrió después que sus dos hijos estaban pensando en vengar el asesinato del padre. Ella temía que pusieran sus deseos en efecto de acuerdo con la maliciosa costumbre de la Venganza. Con un amor heroico por sus almas, ella le suplicó a Dios que se los llevara de esta vida antes de permitirlos cometer este gran pecado. No mucho tiempo más tarde ambos murieron después de preparse para encontrarse con Dios.

Sin su esposo e hijos, Santa Rita se entregó a la oración, penitencia y obras de caridad. Después de un tiempo ella aplicó para ser admitida al Convento Agustiniano en Casia. Ella no fue aceptada, pero después de orarle a sus tres especiales santos patronos – San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolas de Tolentino – milagrosamente entró al convento y fue permitida a quedarse. Esto sucedio alrededor del año 1411.

En el convento, la vida de Santa Rita fue marcada por su gran caridad y severas penitencias. Sus oraciones obtuvieron para otros, curas notables, liberación del demonio y otros favores especiales de Dios para que ella pudiera compartir en el dolor de Su Corona de Espinas, Nuestro Señor dio a Santa Rita una herida de espina en su frente. Fue muy dolorosa y expelía un olor desagradable, pero ella lo considaraba una gracia divina. Ella oraba “Oh amado Jesus, aumenta mi paciencia en la medida que aumentan mis sufrimientos”. La herida duró por el resto de su vida.
Santa Rita fallecio un Mayo 22, 1457 a la edad de 76 años. La gente se agolpó al convento a pagar sus últimos respetos. Innumerables milagros tuvieron lugar a traves de su intercesion, y la devoción hacia ella se extendió a lo largo y a lo ancho. El cuerpo de Santa Rita fue conservado perfecto por varios siglos, y a veces daba una fragrancia dulce. En la ceremonia de beatificacion, el cuerpo de la Santa se elevó y abrió sus ojos.
Dios ha escuchado las oraciones de Santa Rita por otros en innumerables ocasiones, y ciertamente ella estará feliz de inteceder una vez más, a nombre de aquellos que le ruegan a ella ahora – para continuar percibiendo la verdad de su gran nombre.

 

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