18 de diciembre. Feria de Adviento

Centro Parroquial

  • 18:00 Reunión Cofradía de la Virgen de los Desamparados

Ermita del Salvador

  • 19:00 Exposición del Santísimo
  • 20:00 Misa

Cáritas

Desde Cáritas parroquial la Campaña de recogida de alimentos, droguería y parafarmacia, será hasta al 20 de diciembre. Podréis dejarlo en la sacristía. Al lado del boletín de comunicación parroquial y en las cancelas de la Iglesia, tendréis el listado de los productos que más se necesitan en estos momentos. ¡Gracias por vuestra colaboración!

Primera lectura

Lectura del libro de Jeremías (23,5-8):

MIRAD que llegan días —oráculo del Señor—
en que daré a David un vástago legítimo:
reinará como monarca prudente,
con justicia y derecho en la tierra.
En sus días se salvará Judá,
Israel habitará seguro.
Y le pondrán este nombre:
«El-Señor-nuestra-justicia».
Así que llegan días —oráculo del Señor— en que ya no se dirá: «Lo juro por el Señor, que sacó a los hijos de Israel de Egipto», sino: «Lo juro por el Señor, que sacó a la casa de Israel del país del norte y de los países por donde los dispersó, y los trajo para que habitaran en su propia tierra».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 71,1-2.12-13.18-19

R/. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

V/. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R/.

V/. Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R/.

V/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso;
que su gloria llene la tierra.
¡Amén, amén! R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (1,18-24):

LA generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por medio del profeta:
«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo
y le pondrán por nombre Emmanuel,
que significa “Dios-con-nosotros”».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

Palabra del Señor

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

De catholic.net

¿Has escuchado alguna vez el segundero de un reloj? Este sonido es casi imperceptible, pero cuando encuentras un momento de completo silencio, puedes lograr percibir cómo la manecilla avanza constantemente como estirando la fuerza de gravedad. San José, en el Evangelio de hoy, es también un hombre de silencio que no dice ninguna palabra en el Evangelio, ni siquiera sabemos cómo fue su muerte, pero él te quiere enseñar que en el silencio escucharás la voz de Dios. San José, en el silencio del sueño de la noche, escucha perfectamente a Dios que por medio del ángel le dice: «José, hijo de David, no temas tomar a María» (Mt 1, 20).

Pero ¿cómo puedes alcanzar ese mismo silencio exterior e interior de san José? Creo que la Misa es un gran medio que te ayudará a vivir la misma experiencia de san José: escuchar la voz de Dios en el silencio. Te digo porqué. Seguramente cuando entras a la Iglesia vienes pensando en muchas cosas: los hijos, los problemas del trabajo, los pendientes de la escuela, etc. Por esta razón, al inicio de la Misa, la oración que se dirige a Dios es la oración de la Iglesia a través de las palabras de la liturgia: el «Señor, ten piedad», las lecturas, la plegaria eucarística, etc. Todo esto va preparando tu corazón para alcanzar un silencio profundo al recibir a Jesús en la Eucaristía. Seguramente en este momento podrás escuchar, como san José, más fácilmente la voz de Dios que te llama para algo grande.

Sólo faltan 6 días para Nochebuena y, probablemente, en estos días todavía tienes muchas cosas que preparar; pero el Evangelio de hoy nos quiere recordar que, para encontrarnos con el Niño Jesús, tenemos que ir preparando nuestro corazón con un poco de silencio interior.

«Celebrar la Navidad es hacer como José: levantarse para realizar lo que Dios quiere, incluso si no está de acuerdo con nuestros planes. San José es sorprendente: nunca habla en el Evangelio: no hay una sola palabra de José en el Evangelio; y el Señor le habla en silencio, le habla precisamente en sueños. Navidad es preferir la voz silenciosa de Dios al estruendo del consumismo. Si sabemos estar en silencio frente al belén, la Navidad será una sorpresa para nosotros, no algo que ya hayamos visto. Estar en silencio ante el belén: esta es la invitación para Navidad. Tómate algo de tiempo, ponte delante del belén y permanece en silencio. Y sentirás, verás la sorpresa».
(Homilía de S.S. Francisco, 19 de diciembre de 2018).

Nuestra señora de la Esperanza

De aciprensa

El 18 de diciembre se celebraba en España la fiesta mariana de la “espera del parto” (Exspectatio Partus), establecida en esa fecha por el décimo Concilio de Toledo (656). A esa fiesta se le llamaba “Santa María de la O” porque después de rezar la oración de la tarde (Vísperas, ver: Liturgia de las Horas), el coro sostenía una larga “O”. Esta representaba la gran expectación del universo por la venida del Mesías. La “O” expresa actitud de maravilla, expectativa y esperanza por la venida del Mesías (Tamayo, Mart. Hisp., VI, 485).