III Domingo de Adviento

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Templo de las Carmelitas

  • 10:00 Misa
  • 20:00 Misa. Margarita Álvarez Daudén

Ermita de Campolivar

  • 11:30   Misa

Ermita del Salvador

  • 12:30 Misa.

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (35,1-6a.10):

El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes; decid a los cobardes de corazón: «Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará.» Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Volverán los rescatados del Señor, vendrán a Sión con cánticos: en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 145,7.8-9a.9bc-10

R/. Ven, Señor, a salvarnos

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R/.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol Santiago (5,7-10):

Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca. No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor.

Palabra de Dios

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,2-11):

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»
Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: “Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti.” Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.»

Palabra del Señor

Reflexión del Evangelio

Las lecturas de este domingo nos ponen en pista de lo que va a venir. Tampoco es que os den una lista de las cosas que van a suceder o nos pinten el retrato robot del Mesías para que reconozcamos al enviado de Dios, en cualquier sitio donde lo encontremos. Pero algunas cosas sí que nos dicen.
Por lo pronto, la lectura del profeta Isaías nos hace abrir los ojos y sentirnos maravillados.
Lo que va a venir, lo que va a suceder cuando él venga, no tiene parangón en la historia de la humanidad. Todo lo que el profeta conocía iba a cambiar radicalmente. Hasta el desierto iba
a florecer. Hay que recordar que Palestina es una tierra rodeada de desiertos, así que el profeta
sabía bien de lo que estaba hablando y de que eso era prácticamente imposible. Pero no sólo los desiertos van a florecer. El que viene nos quitará el temor y el miedo, devolverá la vista a los ciegos y los sordos volverán a oír. Dicho de otra manera, los que por el pecado habían quedado incapaces para comunicarse con el mundo, los que nos habíamos quedado sordos y ciegos ante el Dios que nos ama y nos invita a la salvación, recuperaremos esos sentidos y volveremos a ver y a oír al Dios que nos llama. Los liberados de todas las esclavitudes darán saltos de alegría y tendrán una dicha eterna reflejada en sus rostros. Eso es lo que va a suceder cuando venga el que está a punto de venir según el profeta.
El Evangelio repite las mismas ideas. Ante la pregunta de los discípulos de Juan Bautista a Jesús, éste responde: “Vayan y cuéntenle a Juan lo que han visto y oído” y a continuación les dice casi al pie de la letra lo que decía la lectura del profeta Isaías. Pero con una diferencia importante. Donde el profeta utilizaba el futuro, Jesús usa el presente. Lo que el profeta anunciaba como algo que había que esperar, Jesús lo dice como algo que ya está sucediendo.
No sólo eso. Jesús alaba a Juan Bautista. Ha sido, dice, el mayor de los profetas. Sin duda. Pero
nos sorprende con su última frase: “Sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es
más que él”. Parece que Jesús habla de un presente, algo que ya está sucediendo, que es de tal
forma nuevo, que hasta la figura gigante de Juan Bautista queda apagada ante ello.
Y es verdad. Jesús tiene razón. El Reino ya está aquí. Dios ha abierto ya los oídos de los sordos y los ojos de los ciegos. Hoy sabemos que el Adviento es recuerdo de una espera que fue, pero que para nosotros ya es presente. Celebramos el aniversario de la llegada de Jesús.
No estamos esperando a que venga, porque ya ha venido. Abrid los ojos y mirad a vuestros
vecinos, amigos y familiares, veréis un hijo de Dios. ¿Qué otra cosa es el Reino?
Para la reflexión:
¿Tengo los oídos y los ojos abiertos para ver la presencia del Señor que está cerca de mí, que vive en mi barrio y en mi familia? ¿Siento la alegría de su presencia salvadora en mi vida? ¿Cómo comunico esa alegría a los demás, a los que viven conmigo?

Avisos parroquiales

Grupo de Oración y Amistad:

  • Tendremos reunión el lunes 16 de diciembre a las 18 h en la Ermita El Salvador

Campaña Kilo de Navidad a favor de Cáritas:

  • Comenzamos desde Cáritas parroquial la Campaña de recogida de alimentos, droguería y parafarmacia, desde el lunes 2 al 20 de diciembre. Podréis dejarlo en la sacristía. Al lado del boletín de comunicación parroquial y en las cancelas de la Iglesia, tendréis el listado de los productos que más se necesitan en estos momentos. ¡Gracias por vuestra colaboración!

Intenciones de Misa:

  • Aquellos que queráis renovar las intenciones de Misa para el año 2020, podéis hacerlo en horario de oficina parroquial.

Evangelio 2020:

  • Ya está a vuestra disposición el Evangelio de 2020. Podéis adquirirlo en la Parroquia. El donativo es de 4€.

Cofradía de la Virgen de los Desamparados:

  • Tendremos reunión el miércoles 18 de diciembre a las 18 h en el centro parroquial.