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Templo de las Carmelitas
- 10:00 Misa. Sufr. Por las almas del Purgatorio.
- 20:00 Misa.Sufr. Margarita Álvarez Daudén; Dif. Familia Benito Simón
Ermita de Campolivar
- 11:30 Misa. Sufr. Por las almas del Purgatorio.
Ermita del Salvador
- 12:30 Misa
Primera lectura
Lectura de la profecía de Habacuc (1,2-3;2,2-4):
¿Hasta cuándo, Señor,
pediré auxilio sin que me oigas,
te gritaré: ¡Violencia!,
sin que me salves?
¿Por qué me haces ver crímenes
y contemplar opresiones?
¿Por qué pones ante mí
destrucción y violencia,
y surgen disputas
y se alzan contiendas?
Me respondió el Señor:
Escribe la visión y grábala
en tablillas, que se lea de corrido;
pues la visión tiene un plazo,
pero llegará a su término sin defraudar.
Si se atrasa, espera en ella,
pues llegará y no tardará.
Mira, el altanero no triunfará;
pero el justo por su fe vivirá.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 94,1-2.6-7.8-9
R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».
V/. Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R/.
V/. Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R/.
V/. Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masa en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron,
aunque habían visto mis obras». R/.
Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,6-8.13-14):
Querido hermano:
Te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos, pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de templanza. Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios.
Ten por modelo las palabras sanas que has oído de mí en la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús. Vela por el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
Palabra de Dios
Evangelio
En aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor:
«Auméntanos la fe».
El Señor dijo:
«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:
“Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería.
¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”?
¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?
¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid:
“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».
Palabra del Señor
Reflexión del Evangelio
Cuando era pequeño, me dijeron que fe es “creer lo que no se ve”. Entonces, ¿cómo podían
hablar los apóstoles de fe? ¿Cómo podían pedir a Jesús que les “aumentase la fe”? Ellos ya lo
veían, lo tenían delante. No necesitaban la fe para creer que Jesús era Jesús. Además, le veían
hacer milagros, escuchaban sus palabras. ¿Sería que no necesitaban la fe?
La realidad es muy diferente. La fe es precisamente “creer lo que no se ve”. Y los apóstoles
no veían más allá de un hombre que hacía cosas extraordinarias, algunas de las cuales no eran
capaces de entender. Le fe les invitaba a ir más allá, a experimentar la presencia de Dios en aquel
hombre. Lo mismo pasa con las relaciones humanas. Podemos demostrar que dos y dos son
cuatro pero ¿cómo demostrar la amistad o el amor entre dos personas? Ahí no nos podemos
servir más que de indicios, de pistas –la manera como se tratan, la forma como actúan, la persistencia
en el tiempo de la relación, la superación de las dificultades…–. Dicho con un ejemplo,
cuando dos enamorados se miran a los ojos y se dicen que se quieren, cada uno de ellos cree al
otro porque la verdad es que no tienen una prueba fehaciente de que esas palabras sean algo más
que palabras. Desgraciadamente no sería la primera vez que una persona engaña a otra. Por eso,
de entrada toda relación humana es siempre una relación de fe, de confianza. Confiamos en que
el otro no nos engaña. Creemos en él.
Lo mismo se puede decir de la fe en Dios. No se trata de aceptar unas verdades imposibles
de comprender y decir “vale, lo acepto”. No se trata de comulgar con ruedas de molino. Se
trata de experimentar la presencia de Dios, de sentirlo presente en mi vida, en la vida de los
hermanos y hermanas, en la vida de la Iglesia, en el mundo, en la creación, y confiar que esa
presencia es una presencia bondadosa, hecha de amor y misericordia, que desea nuestra libertad,
nuestro bien, nuestra felicidad.
Pero a veces nuestra fe decae. Esa relación de confianza conoce momentos de debilidad, de
recelo, de sospecha. Entonces nos sentimos desanimados, sin fuerzas. El amor de Dios que
sentíamos que llenaba nuestro corazón de fuerza y entusiasmo se desvanece. El compromiso
por ser mejores, por ayudar a los necesitados, por amar a los que viven con nosotros, por
perdonar sin medida, como Dios nos perdona, flaquea. Todos hemos experimentado alguna
vez esos sentimientos de duda, de pérdida de la confianza.
Ahí viene la petición de los apóstoles. “Señor, auméntanos la fe”. Y el texto de Pablo que nos
dice: “reaviva el don de Dios que recibiste… porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde
sino un espíritu de energía, amor y buen juicio”.
Para la reflexión:
¿Me he sentido alguna vez desanimado en mi vida cristiana? ¿He orado en ese momento
pidiendo a Dios que me “aumente la fe”? ¿Confío realmente en Dios, en que él me ofrece
su perdón y su amor para mí y para mis hermanos y hermanas?
Avisos Parroquiales
COFRADÍA NUESTRA SEÑORA DE LOS DESAMPARADOS:
- Reunión el lunes 7 de octubrea las 18 h., en el Centro parroquial
ADORACIÓN AL SANTÍSIMO:
- Todos los sábados de 19 a 20 h, en la Ermita El Salvador
EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO:
- De lunes a viernes de 19 a 20 h., en la Ermita El Salvador.
Lotería de Navidad de las Parroquias El Salvador de Godella y Virgen Desamparados de Campolivar:
- Podéis solicitarla en horario de Oficina Parroquial y en la Sacristía