Templo de las Carmelitas
- 10:30 Misa
- 20:00 Misa. Sufragio, Margarita Álvarez Dauden
Ermita de Campolivar
- 11:30 Misa
Ermita del Salvador
- 12:30 Misa
El misterio del regalo
A Javier le encantaba su cumpleaños. Sus papás organizaban una fiesta por todo lo alto con todos sus amigos, vecinos y familiares. La fiesta duraba todo el día y, como era en verano, no faltaban los juegos de agua y los helados. Además, a Javier le regalaban un montón de cosas.Pero el año que Javier cumplió ocho años algo cambió. Al principio todo era como siempre. Había mucha gente, mucha comida, muchos juegos y mucha diversión.Pero la hora de los regalos se demoraba más de lo habitual. Normalmente se los daban después de la tarta, que podía salir después de comer o después de merendar.Tampoco había ninguna tela ocultando los regalos junto a un árbol en el que sin ningún disimulo había un cartel que decía “Pon aquí tu regalo, por favor. Javier, tú no mires”. Es más, ese año sus padres solo habían puesto las palabras “Tu regalo aquí”.A medida que avanzaba el día Javier empezó a sospechar. No podía ser que sus padres hubieran organizado todo eso para no regalarle nada, ni que los invitados hubieran acudido a la fiesta sin un obsequio. Se hizo de noche y la fiesta terminó sin tarta y sin regalos. Pero Javier no estaba dispuesto a dejar marchar a los invitados así.-¡Eh! ¿Dónde vais todos? Todavía no me habéis cantado el cumpleaños feliz -dijo Javier, que no quería reconocer que lo que le importaba no era la canción, sino losregalos.En ese momento, ya con noche cerrada, una gran tarta bajó del cielo con ocho bengalas encendidas y todos se pusieron a cantar la ansiada canción. Cuando la gente terminó de cantar y aplaudir Javier repartió la tarta y todos la disfrutaron muchísimo.-Parece que no era yo el único que tenía ganas de tarta, ¿eh? -dijo Javier. Todos rieron con ganas la ocurrencia, pero nadie dijo nada de los regalos. Esto no pasó desapercibido para Javier, que no pudo por menos que enfadarse y decir:-Pero, ¿qué os pasa? ¿Me estáis tomando el pelo? -¿Qué pasa, hijo? -preguntó su mamá.-¿Qué he hecho para que este año nadie me haya regalado nada? -preguntó Javier.-Tu regalo está donde siempre -dijo su papá. -En el árbol no hay nada -dijo Javier.-¿Seguro? -preguntó mamá-. Debería revisar mejor el árbol. Javier miró el árbol por todas partes, incluso se subió a la copa. Miró todo alrededor,pero nada.-Aquí no hay nada -insistió el niño. -Tu regalo está en el árbol -dijo mamá-. ¿Seguro que no ves nada diferente? Javier volvió a mirar, a ver si había algo diferente que no fuera la ausencia del montón cubierto con una gran lona. Entonces se fijó en el cartel.-Tu regalo aquí -leyó Javier en voz alta-. ¡Claro, esta es la diferencia! ¡Lo he tenido ante mis narices todo el día!Javier cogió el papel. Tras él había un sobre en el que podía leerse: Lo que siempre has soñado está dentro. Javier abrió el sobre que, efectivamente, contenía lo que más deseaba en el mundo. El niño abrazó a todos y cada uno de los asistentes a la fiesta y les dio las gracias.Lo que decía el papel es todavía un misterio para todos los que no asistieron a esa fiesta. Lo único que se sabe es que, desde ese día, Javier no volvió a perder la sonrisa jamás, ni siquiera en sus peores momentos.
Primera lectura
Lectura de la profecía de Sofonías (3,14-18a):
Alégrate hija de Sión, grita de gozo Israel;
regocíjate y disfruta con todo tu ser, hija de Jerusalén.
El Señor ha revocado tu sentencia,
ha expulsado a tu enemigo.
El rey de Israel, el Señor,
está en medio de ti,
no temerás mal alguno.
Aquel día dirán a Jerusalén:
«¡No temas! ¡Sión, no desfallezcas!»
El Señor tu Dios está en medio de ti,
valiente y salvador;
se alegra y goza contigo,
te renueva con su amor;
exulta y se alegra contigo
como en día de fiesta.
Palabra de Dios
Salmo
Is 12,2-3.4bed.5-6
R/.Gritad jubilosos,
porqué es grande en medio de ti el Santo de Israel.
V/. «Él es mi Dios y Salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación».
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R/.
V/. «Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso». R/.
V/. Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
porque es grande en medio de ti el
Santo de Israel. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (4,4-7):
Hermanos:
Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos.
Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.
Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (3,10-18):
En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:
«¿Entonces, qué debemos hacer?»
Él contestaba:
«El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:
«Maestro, ¿qué debemos hacemos nosotros?»
Él les contestó:
«No exijáis más de lo establecido».
Unos soldados igualmente le preguntaban:
«Y nosotros, ¿qué debemos hacer nosotros?»
Él les contestó:
«No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga».
Como el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; en su mano tiene el bieldo para aventar su parva, reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga».
Con estas y otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo el Evangelio.
Palabra del Señor
Reflexión del Evangelio
La palabra del Bautista desde el desierto tocó el corazón de las gentes. Su llamada a la conversión y al inicio de una vida más fiel a Dios despertó en muchos de ellos una pregunta concreta: ¿Qué debemos hacer? Es la pregunta que brota siempre en nosotros cuando escuchamos una llamada radical y no sabemos cómo concretar nuestra respuesta.El Bautista no les propone ritos religiosos ni tampoco normas ni preceptos. No se trata propiamente de hacer cosas ni de asumir deberes, sino de ser de otra manera, vivir de forma más humana,desplegar algo que está ya en nuestro corazón: el deseo de una vida más justa, digna y fraterna.Lo más decisivo y realista es abrir nuestro corazón a Dios mirando atentamente a las necesidades de los que sufren. El Bautista sabe resumirles su respuesta con una fórmula genial por su simplicidad y verdad: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo». Así de simple y claro.¿Qué podemos decir ante estas palabras quienes vivimos en un mundo donde más de un tercio de la humanidad vive en la miseria luchando cada día por sobrevivir, mientras nosotros seguimos llenando nuestros armarios con toda clase de túnicas y tenemos nuestros frigoríficos repletos de comida? Y ¿qué podemos decir los cristianos ante esta llamada tan sencilla y tan humana? ¿No hemos de empezar a abrir los ojos de nuestro corazón para tomar conciencia más viva de esa insensibilidad y esclavitud que nos mantiene sometidos a un bienestar que nos impide ser más humanos? Mientras nosotros seguimos preocupados, y con razón, de muchos aspectos del momento actual del cristianismo, no nos damos cuenta de que vivimos «cautivos de una religión burguesa». El cristianismo,tal como nosotros lo vivimos, no parece tener fuerza para transformar la sociedad del bienestar. Al contrario, es esta la que está desvirtuando lo mejor de la religión de Jesús, vaciando nuestro seguimiento a Cristo de valores tan genuinos como la solidaridad, la defensa de los pobres, la compasión y la justicia.Por eso, hemos valorar y agradecer mucho más el esfuerzo de tantas personas que se rebelan contra este «cautiverio»,comprometiéndose en gestos concretos de solidaridad y cultivando un estilo de vida más sencillo, austero y humano.
Avisos
Cáritas Parroquial:
Tendremos el reparto de alimentos para los usuarios, el lunes 17 de diciembre de 17h a 19h en el Centro Parroquial.
Catequistas de Infancia y Juventud:
Tendremos reunión el miércoles 19 de diciembre a las 18:30 h en el Oratorio.
ADORACIÓN AL SANTÍSIMO:
Todos los sábados de 7 a 8 dela tarde en la Ermita El Salvador de Godella. La Adoración será acompañada por música católica. ¡EL SEÑOR NOS ESPERA!
Campaña “KILO” de Navidad 2018:
Como cada año, iniciamos la Campaña de Navidad a favor de Cáritas Parroquial. Os invitamos a colaborar desinteresadamente en esta recogida de Alimentos, productos de higiene personal y droguería. (Prioridad de productos: Zumos, Cola-Cao, suavizante, detergente, papel higiénico…). Podéis entregarlos a partir de esta semana, del 3 al 21 de diciembre, en la Sacristía de las Iglesias o por medio de los voluntarios de nuestra Cáritas. Agradeciendo de antemano vuestra colaboración.
Ya podéis adquirir en la Sacristía el EVANGELIO de 2019.
El donativo es de 4,50€.