20 de octubre. Viernes XXVIII del tiempo ordinario. San Cornelio Centurión

Evangelio de hoy

En aquel tiempo, habiéndose reunido miles y miles de personas,

hasta pisarse unos a otros, Jesús se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad, será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas, será proclamado desde los terrados. Os digo a vosotros, amigos míos: no temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése. ¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos». (Lc 12,1-7)

San Cornelio Centurión

Soldado romano y primero de los gentiles en recibir el bautismo. Su vida aparece reseñada en el capítulo 10 de los Hechos de los Apóstoles: “Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte Itálica, piadoso, temeroso de Dios, con toda su casa, que hacía muchas limosnas al pueblo y oraba a Dios continuamente». Se le aparece un ángel del Señor, que le dice: «Tus oraciones y tus limosnas han sido recordadas ante Dios». Y Cornelio, obedeciendo las indicaciones del ángel, envía a buscar a Pedro. Pedro había tenido una visión simbólica que le impulsaba a recibir en la Iglesia a los que los judíos estimaban impuros. Pedro llega a la casa de Cornelio, y derrama el Espíritu Santo sobre todos los que le recibieron, bautizando así a los primeros gentiles, que adoraban al Dios único y verdadero y observaban algunas de las prescripciones de la Ley mosaica, pero que no pertenecían plenamente a la comunidad judía por circuncisión.