Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús, tomando la palabra, decía mientras enseñaba en el Templo: «¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? David mismo dijo, movido por el Espíritu Santo: ‘Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies’. El mismo David le llama Señor; ¿cómo entonces puede ser hijo suyo?». La muchedumbre le oía con agrado.
(Mc 12,35-37)
San Efrén
Nació en Nisibi (Mesopotamia septentrional) a comienzos del siglo IV. Recibió el bautismo a los 18 años y trabajó como empleado de un baño público. Cuando su ciudad es atacada por los persas, ya era diácono. Se le recuerda como un hombre muy austero. Es el transmisor genuino de la doctrina cristiana antigua. San Efrén utilizó la poesía para la divulgación de la verdad cristiana. Hasta en las homilías y en los sermones usaba este medio como captación y seducción del espíritu. Era también poeta de la Virgen, a la que dedicó 20 himnos y a quien se dirigía con expresiones de tierna devoción.