10 de mayo. Miércoles IV de Pascua. San Juan de Ávila

Evangelio de hoy

En aquel tiempo, Jesús gritó y dijo: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado; y el que me ve a mí, ve a aquel que me ha enviado. Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas. Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien le juzgue: la Palabra que yo he hablado, ésa le juzgará el último día; porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado me ha mandado lo que tengo que decir y hablar, y yo sé que su mandato es vida eterna. Por eso, lo que yo hablo lo hablo como el Padre me lo ha dicho a mí». (Jn 12,44-50)

San Juan de Ávila

Nació el Almodóvar del Campo (Ciudad Real) en torno al año 1500. Estudió leyes, filosofía y teología y en el año 1526 fue ordenado sacerdote. Más tarde, se marchó a Córdoba donde organizó predicaciones y fundó centros de estudios. Hacia el año 1537 se formó en Granada el grupo sacerdotal de Juan de Ávila y por todas las ciudades que pasaba intentaba dejar la fundación de algún colegio o centro de estudios para sacerdotes. Una de sus virtudes principales fue su gran amor a la Eucaristía y murió el 10 de mayo de 1569.